Esta tortilla de wakame es para los amantes del alga. Sabe fuerte, delicioso, japonés. La receta la encontré en una revista llamada Chopsticks NY, que dan gratis en mi lugar preferido de Nueva Jersey (después de la casa de mis amigos, por supuesto), Mitsuwa, un mercado meramente japonés frente al cual me gustaría vivir. Esta revista anuncia negocios nipones del área, siempre trae artículos interesantes y reseñas de productos de este país que adoro, además de algunas recetas. Mi amiga Eida me las va guardando y cuando nos vemos siempre me tiene unas cuantas. Así que prepárense que vienen más receticas raras.
El wakame es esa alga que casi siempre te encuentras en la sopa miso. Suele comprarse seca e hidratarse en unos minutos, antes de consumirse, aunque siempre puedes comprarla como parte de un plato ya listo para comer, como es el caso de las ensaladas de algas que venden en la sección de sushi de muchos mercados norteamericanos, donde algunos le llaman todavía seweed, a pesar de que desde los 70 en casi todo el mundo se conoce con su nombre japonés.
Se dice que el wakame ayuda a quemar grasas, que es anticancerígena, rica en proteínas y en omega-3. Ayuda a tener el pelo y la piel bien cuidados, purifica la sangre y mantiene en buen estado el intestino.
Esta tortilla se prepara en pocos minutos y es personal. Puede acompañarse con unas tostadas calenticas con mantequilla.
Aunque en algunas culturas no se cocina con el aceite de sésamo, en Japón es muy común y yo no quise alterar la receta y lo he hecho tal cual. Me encanta el sabor que le da a los alimentos. De todos modos, el sabor del alga puede ser suficiente para ti y puedes no sólo usar aceite vegetal, sino eliminarlo por completo usando una sartén antiadherente para preparar este plato.
Ingredientes
2 cdas de wakame seco
2 huevos
2 cebollinos
1 cda de leche
1 cdta de aceite de sésamo
Sal
Pimienta
Preparación
Coloca las algas secas en agua que las cubra durante 5 minutos. Se abrirá y puede que tengas que cortarla más chica, pero antes escúrrela bien.
Corta los cebollinos en pedazos pequeñitos y agrégalos junto al wakame a los huevos batidos con la cucharada de leche.
Salpimienta al gusto. Con cuidado al agregar la sal, que las algas son ya saladas.
Calienta una sartén pequeña y agrega el aceite. Cuando se caliente el aceite, añade la mezcla para la tortilla y cocínala a tu gusto. A mí me gusta término medio y la freí un par de minutos a fuego medio por un lado, moviendo la sartén para que el huevo fuera a los bordes. Antes que se dorara, le doblé los bordes y cuando se doró un poquito, la volteé y la terminé de dorar por el otro lado.
Atrévete a probarla, que es deliciosa y muy nutritiva.
¿De qué era la tortilla más rara que te has comido? ¿Y la más rica?
- Sorbet de tamarindo - septiembre 3, 2024
- Ensaladilla rusa, proporciones - agosto 12, 2024
- Corvina a la italiana - junio 18, 2024
vero, una cucharada de aceite de ajonjoli? es cantidad! la leche, supongo que entera, liquida
Como digo ahí, puedes ponerle menos, otro aceite o ninguno. A mí así me funcionó. Le puse leche parcialmente descremada, sí, líquida, siempre le va bien a la tortilla y los huevos revueltos, María Antonia.
Besitos. Espero te encante este platico.
Tenías razón, era una cucharadita. Arreglado.
Tiene que ser una buena forma de adaptarse al sabor fuerte de las algas, empezar con cantidades pequeñas en la tortilla y luego aumentar poco a poco.
Besos.
Yo soy una come algas 😉
Besitos.