Receta de César Reynel Aguilera
Primero un golpe de sabor, y después una pregunta como cualquier otra: ¿Por qué el salmón? Golpéelo con los sabores que tenga a mano. Deje correr su imaginación. Porque es plato noble, porque es carne que nace y coletea —río arriba y mar abajo— adobada y lista para servir. Disfrute adobándola como yo nunca le recomendaría. Mezcle a desprecio una cebolla roja, o violeta, o azul, una cebolla tan grande que alcance para vestir de lágrimas el filete que horneará. Mézclela con un ají de colores festivos. Quiero decir, corte como si nada le importara y tire esos trozos anaranjados, rojos y amarillos, en el fondo de una batidora. Es muy importante que el gesto de lanzar parezca bien despreocupado. Porque todo arte, para merecer su nombre, debe recordar un acto de desprecio. Tire ahí —donde los ingredientes dejarán de existir para nacer— un puñado de hierbas finas bien saladas, o sal de mar, o sal común, qué más da; y deje caer también, como quien no quiere las cosas, un buen chorro de aceite de oliva y una cascada de esas vinagretas en las que se ahogan unos ajíes desnudos y cautivos. Sonría si alguno logra escapar hacia la molida. Antes de mezclar ponga tres o cuatro cucharadas de mostaza Dijon y media copa de vino blanco, un ingrediente tan importante que si llegara a faltar pocos lo notarían —sólo usted y sus amores—. Si el vino blanco es un Gewurztraminer, pues mejor. Mezcle con ruido y oleaje hasta obtener una pasta amarillo-verdosa de sabores y aromas confusos e invasivos. Corte el filete de salmón en porciones del ancho de una mano palma abajo y tranquila. Tiéndalos sobre el fondo de una cacerola de cristal y cúbralos con el adobo. Tape y deje que la carne y sus sabores dialoguen tanto como sea posible. Espere según la premura de su tiempo. Cuando se decida a cocinar precaliente el horno a 375° F. Quite todo el adobo y lave la carne con vino blanco. Póngala sobre el Pyrex —que es una marca registrada— y déjela hornear durante quince minutos. En ese tiempo váyase a freír espárragos. Unte el fondo de una sartén con aceite de maíz y saltee las espigas, cortadas en dos, hasta que rindan sus durezas al fuego; añada tiras de calabacín (Zucchini), semicírculos de cebollas moradas y bastones de ajíes naranjas y amarillos. El toque, prescindible, podrían ser un par de cucharadas de aquel adobo original. Abra el horno, quite las gotas de grasa que cubren al salmón y pase las porciones hacia la fuente de presentación. Vístalas con su alud de colores. Da para varias raciones y una linda sobremesa.
César Reynel Aguilera reside en Montreal, Canadá. Nació en La Habana, exactamente en Playa, lo criaron en Buena Vista y Marianao, fue a la escuela en Miramar y se graduó de médico en el Hospital Clínico Quirúrgico de… (¿en qué municipio está el bidet de Paulina?). En 1995, después de terminar una especialidad en Bioquímica Clínica -y trabajar en los centros del Polo Científico- partió hacia Canadá. En el 2001 se escapó de las jaulas académicas de la Universidad de Montreal para dedicarse a escribir algo que no fuera una tesis de doctorado. Le gusta pasar por científico entre los escritores, y viceversa, pero nadie le cree. Publicó una novela (R.U.Y.) que ha sido comprada por algunos amigos, y por dos personas desconocidas a las que desea enviarle su agradecimiento eterno. Ahora mismo es hijo de Thais y padre de Thalía y David (a.k.a. El Bandido).
VERÓNICA CERVERA ha publicado recetas de diversas partes del mundo en su blog La cocina de Vero durante casi diez años. Es autora de La cocina cubana de Vero (Oberon, 2015), La cocina cotidiana de Vero (Oberón 2020) y Yo cocino Latino (Grijalbo 2021).
Sus platillos también han aparecido en Baby Center en español, El Nuevo Herald, Telemundo 51 y Nuestra Voz. En 2013 fue seleccionada como Top Bloguera de LATISM y quedó finalista en la categoría Best Food Blog. En 2016 la cadena NBC la señaló como una de las Top Latina Bloggers to Be Watching, y en 2017 fue finalista entre los Top Food Creator de los Tecla Awards de Hispanicize. Nació en Cuba y vive en Miami con su esposo, su mano derecha para retratar sus platillos y lavar la vajilla. Puedes encontrarla en las redes como @lacocinadevero.
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Uuuuummm,que platito más completo, sano y sabroso.Un saludo.
Una delicia de plato lleno de color, me ha encantado leer la receta de César, hay que felicitarlo, qué maravilla de descripción y vaya curriculum tiene el chico, una joya!!!
Me ha gustado la explicación, jejeje. Colorido no le falta al plato.Besos.
Que belleza de plato, que colorido! Tuve la suerte de probarlo hace poco para celebrar un dia especial y resultó ser una delicia. Que se repita!Maite.
César es un amor y la verdad que el texto de cómo preparar el salmón no tiene desperdicio.
Y a mi. Encantada con este regalito de César.
Eso mismo digo yo, Maite, que se repita 😉 Ya lo haremos en casa también.
Mmm que bueno, la verdad que solo con ver el plato ya apetece comerlo, que colorido y que rico todo, el salmón me gusta mucho y así se ve sensacional besos
Me ha encantado este post, he aprendido un monton, gracias Vero¡ besotes de miercoles¡
¡Qué manera más maravillosa de escribir una receta! Mis felicitaciones a César Reynel Aguilera por una prosa tan bonita. Y por la receta, claro ^_^.Besos.Ainhoa
Me parece genial la explicacion de la receta, y del plato ni hablar, solo que hoy salgo en busca del salmón. Gracias Magnelis por compartirnos a Cesar, debe ser muy bueno no me caben dudas.
César es un ser muy especial.Besitos,Vero
Y mí también tu salmón. Besos,Vero
A Cotsco! Besitos.
¡Muchas gracias por esos comentarios tan lindos! y a ti en especial Vero, que me diste la idea de escribir ese texto (de otra forma nunca lo habría escrito). Estoy seguro de que si se deciden a hacer esa receta les va a quedar mejor que a mí. Arriba, anímense,… Read more »
Querida Vero te ha quedado como siempre un plato de cine, con un colorido espectacular, y digno de hacer como bien dices una linda sobremesa, pro junto a ti. Un abrazo muy grande amigacosicasdulces.blogspot.com
Desde luego, no hay mejor manera de presentar un plato tan exquisititamente poética. Mis felicitaciones a César y gratitud a Veronica por compartir.Sin dudarlo, lo copio junto con el escrito para sorprender a mis amigos.Besotes,Ángeles.
Ay muchacho, dichosa yo de que me regalaras y le regalaras a los lectores del blog este texto.Un besote,Vero
Yo sin terminar de leer el comentario ya sabía que era tú. Tan cariñosa siempre. Me uno a ese abrazo grande.
Ya me contarás. Vas a ver que rico.Besos,Vero